Historia del ratón pérez

Por Francisca Sánchez Rico

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El Ratoncito Pérez, personaje muy querido por los pequeños de la casa

 

Historia del ratón Pérez

Muchas niñas y niños de España y de Latinoamérica conocen al Ratón Pérez, o al menos han oído hablar de él y le tienen un gran aprecio. Es un ratoncito que vivía con su familia, mujer y tres hijos, en la calle Arenal, nº 8, de Madrid, en una caja de galletas “Huntley”, en el almacén de la confitería de Prast, cuyo dueño era aragonés. Es tan famoso que hasta hay una placa que deja constancia de donde vivió en la capital.

Una persona afortunada que tuvo el gusto de conocerlo fue el rey Alfonso XIII cuando era un niño de ocho años, ya que el Palacio Real, su residencia habitual, se encontraba casualmente a escasos 200 metros. Su madre, la reina María Cristina, le llamaba Buby. Cuando se le cayó el primer diente de leche, lo puso debajo de la almohada y no quería dormirse para conocerlo, pero se durmió. Al acercarse el Ratoncito Pérez para coger el diente, Buby se despertó. Comenzó un diálogo en el que éste le declaró que lo admiraba por su trabajo y que siempre había querido saber más de él, y le pidió poder acompañarlo aquella noche. Viendo Pérez que no encontraría excusa para negarse, le metió la punta de su rabito en la nariz y el niño se convirtió en otro ratón. De este modo pudo andar por las canalizaciones subterráneas de la ciudad y comprobar cómo era un día de trabajo – en este caso, una noche – de su admirado Ratón Pérez. Así fue como también Buby descubrió que en su ciudad había niños pobres.

El creador de este personaje fue un escritor, periodista y jesuita nacido en Jerez de la Frontera en 1851, el Padre Luis Coloma, quien fue su profesor, y con cuyo nombre, hay un instituto de Educación Secundaria en dicha ciudad.