Por Agustín Fernández Reyes
Los técnicos españoles, civiles y militares, zarparon en el buque oceanográfico de la Armada “Hespérides” desde el puerto argentino de Ushuaia, el primer día del año, rumbo al continente helado, aprovechando el verano austral. El objetivo de la misión científica es calibrar sobre el terreno la precisión de los datos enviados desde los satélites europeos que sostienen el “Galileo”.
Este proyecto pretende establecer una red de satélites que faciliten la orientación de personas e instrumentos y su ubicación en los mapas y cartas marinas, siguiendo los principios del conocido sistema estadounidense de posicionamiento global “GPS”, por sus siglas en inglés. La diferencia está en que el “Galileo” es un sistema de uso libre y civil, mientras que “GPS” es tecnología militar cuyo uso está regulado por las autoridades de los Estados Unidos, de ahí su importancia estratégica en todos los campos. Además los satélites europeos orbitan en latitudes más extremas que los americanos, lo que los hace más fiables cerca de los Polos.
Los ingenieros durante la navegación a bordo del “Hespérides” han conseguido fijar su rumbo usando exclusivamente esta tecnología y han tomado numerosos datos de posición sobre la propia Antártida. Estas referencias permitirán seguir perfeccionando el sistema para hacerlo más eficaz, con la cual ya se considera que la misión ha sido un éxito.
Esta campaña antártica es fruto de la cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas españolas y europeas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.